Entro a Xitter y no entiendo el 90% de los memes. Espero seguir así.
7:30 AM es la hora del olor a huevo frito. No es queja, pero inviten.
Me levanto de la mesa y escucho como que se quiebra un vidrio, pienso – eso fue un vaso – y busco los restos por el piso y… no hay nada.
Dos posibilidades:
- Acabo de quebrar un vaso fantasma.
- El roomba lo limpió ipso facto.
Agrego otra posibilidad, tal vez más factible: 28 horas sin dormir comienzan a cobrar factura.
Que se normalize pedirle al moderador que deje de aplaudir con el micrófono en mano.
Ahora un muchacho me dijo casi con envidia hacia mi generación que me toco vivir una era de muchos inventos y que ahora ya todo se había inventado.
Le digo, a ver pásame una vacuna para el alzheimer que está sobre la maquinita de fusión que usamos para la capturadora de carbono, la que está al lado de la computadora cuántica, en la que instalamos la inteligencia artificial general… ¿o uso el teletransportador?
Seguí jugando con suno, y bien me puedo imaginar un futuro no muy lejano donde el celular te componga al momento el tema musical de la vida.

Por allá en los 2000s estuve muy clavado en sacarle hasta el último ciclo de eficiencia a un CPU haciéndole overclock, cuando valía la pena empujarlos al límite asumiendo riesgos calculados para sacarle de 10 a 15 FPS y poder jugar Quake Arena en unos gloriosos 60 FPS, sin olvidar el disipador ridículamente gigante para mantener el CPU por debajo de los 70ºC.
Luego de años llegó el momento en que hacer overclock al CPU significaba un minúsculo aumento de 5 FPS… ya no valía la pena. Fue entonces que me hice aficionado al undervolting, para mantener el mismo desempeño pero con un menor consumo de energía y por ende una temperatura más baja.
Con el gran fiasco de los CPUs de intel de 13ª y 14ª generación tuve que optar por uno de 12a generación, el i7 12700K, para reemplazar un antiquísimo i5 de 4ª generación.
El primer problema que tuve fue que el disipador que le conseguí (de aire) no le era suficiente. Al usar las 20 cores a tope llegaba a 100º en 5 segundos, y comenzaba a hacer throttling con los ventiladores girando a toda velocidad.
Tenía dos opciones:
- Comprar un disipador más grande: ya mi única opción eran los de líquido, con 3 ventiladores, y con un radiador de 12x36cm, que eso también me forzaba a cambiar a un gabinete con capacidad para semejante monstruosidad. Una inversión fácilmente de US$350, y bajo el riesgo de tener alguna fuga del refrigerante o una falla en la bomba que me haría tener que reemplazar todo el sistema de enfriamiento.
- ¡Hacer undervolt! Que fue lo que terminé haciendo. Básicamente con solo bajarle -0.015v al CPU como por acto de magia ahora con sus 20 cores a tope no pasa de 80ºC.
Algo que aprendí fue que para hacer undervolt es necesario tener un CPU desbloqueado, en mi caso la serie K de intel. Siempre supuse que cambiar el voltaje estaba abierto a todos los CPUs, y que el único beneficio de los K era poder hacer overclock.
En este nuevo e interesante episodio de la vida hoy les presento: ¿Se descompuso el audífono o mi oído?
Spoiler alert: es mi oído.
La historia del escritor que viaja en el tiempo para conocer a Shakespeare tiene una alta calificación en IMDB, lo que sugiere que fue creada para complacer especialmente a un público: el teatral. Tuve la misma sensación al ver Station Eleven, que recién estrenada tenía una altísima puntuación, y ahora anda en ⭐ 7.6.