Qué buena música compone el señor Vivaldi, le auguro muchos éxitos.
Vi un video de Maxwell Azzarello, el hombre que se inmoló recientemente frente a la corte de Nueva York, me pareció una eternidad lo que en realidad fueron solo 45 segundos lo que estuvo en llamas hasta que alguien, se dice que un policía vestido de civil, llegó corriendo a intentar extinguirlo.
Sin quitarle importancia a lo desgarrador del hecho, me resulta impactante como puede distorsionar la percepción del tiempo ver a alguien en una situación tan trágica.
La reacción de quienes estaban junto a el fue la de alejarse casual y lentamente, intuyendo lo que iba a suceder, priorizando su integridad personal al de intentar persuadir o evitar que se inmolara uno de sus semejantes.
Nunca olvidaré aquel día en una reunión donde me burlaba de aquellos que borraron todos sus memes burlones de Trump cuando ganó la presidencia, solo para darme cuenta de que estaba rodeado por personas que hicieron lo mismo. Resulta que lo hicieron por miedo a que les revisaran el teléfono al cruzar la frontera y eso les causara problemas. 😬
Curiosamente esas personas son las que admiran la libertad del otro lado del río y están que no soportan otro día más del «autoritarismo» en el país que los vio nacer.
En mi búsqueda de unos nuevos audífonos, me topé con los Marshall, cuya apariencia llamó inmediatamente mi atención. Sin embargo, al sumergirme en las reseñas, descubrí que generaban opiniones polarizadas. Algunos elogiaban su comodidad como uno de sus puntos fuertes, mientras que otros los criticaban por lo contrario.
Lo que sí parece ser consenso es que su calidad de sonido se sitúa en un término medio, lo cual considero justo por el precio que ofrecen. No esperaba que fueran excepcionales en este aspecto, pero tampoco decepcionantes.
Para mí, esta será la primera vez que priorizo la apariencia al elegir un dispositivo electrónico. A lo largo de mi vida, siempre he optado por productos que, aunque no me parecieran estéticamente atractivos, destacaban por su desempeño técnico.
Mis amigos y conocidos saben que soy meticuloso al extremo al seleccionar mis gadgets. Solía resultarme gracioso que me pidieran recomendaciones, esperando detalles técnicos, solo para sorprenderme al mencionar preferencias de diseño como color o tendencias de moda.
Tengo que celebrar que al fin pude terminar de escribir† mi novela.
† el primer párrafo.
Yo: Con la idea de comenzar a planear algo a MUY largo plazo.
Una punzada en el corazón: ¿A dónde tan peinado?
La de veces que me he quedado con las ganas de compartir un muy buen meme por culpa de una grave falta de ortografía.
Deja de actuar como si fueras famoso.
Consejo para mí mismo sobre hobbies.
No eres famoso. Cualquier cosa que hagas probablemente recibirá poca o ninguna atención, así que deja de pensar para una audiencia inexistente y en cambio concéntrate en lo que te hace disfrutar la actividad.
¿Quieres probar un pasatiempo artístico? Concéntrate en dominarlo y disfruta de la diversión que puede ofrecer. No necesitas desarrollar un estilo personal. A nadie le importará. ¿Quieres hacer fotografía y piensas que las fotos en blanco y negro están chidas? ¡Genial! No necesitas crear un Instagram centrado en tus fotos melancólicas en blanco y negro. Lo más probable es que te aburras y quieras probar un tipo diferente de fotografía, y eso está bien. No eres Ansel Adams, a nadie le importará si tu «estilo» está por todos lados.
¿Quieres desarrollar una aplicación o un sitio web pero no disfrutas del proceso de diseño? ¡Entonces hazlo feo! ¡A quién le importa! El diseño es para una audiencia y tú no tienes una. La funcionalidad es más importante en este momento. Tal vez un diseñador lo note y quiera mejorarlo para ti, pero hasta entonces, siéntete orgulloso de tu interfaz de usuario mediocre.
Escribir es divertido y terapéutico. La gramática y la edición no lo son. Mientras tus pensamientos sean coherentes, no te preocupes demasiado por los errores de escritura o por filtrarte a ti mismo. Usa Grammarly para corregir errores de nivel elemental y sigue adelante. Se trata más del proceso de escritura que del producto final.
Lo más grave que puedes hacer con cualquier actividad es fantasear con cómo puedes ganar dinero con ella. Esa es la manera más rápida de priorizar las cosas equivocadas y chupar toda la diversión. Lo más probable es que dejes de hacer la actividad casi de inmediato, así que guarda las estrategias para ganar dinero para el trabajo.
Al final, encuentra algo que disfrutes hacerlo y simplemente hazlo porque te gusta. Si es necesario, establece algunas metas para ti mismo, pero nunca para tu “audiencia”.
En algún punto de mi adultez sin darme cuenta puse mi vida a velocidad 1.5x, ¡aiura!